Después de las últimas vacaciones, la llegada a Rusia ha supuesto un shock. Justo ese shock del que ya he hablado alguna vez con mis amigos. Se produce al vivir en el extranjero... al principio todo es nuevo y excitante, interesante... con algún que otro problema, pero es llevadero. Hasta que llega un punto que, cuando vuelves de unas vacaciones en tu país, te das cuenta de que estás cansado de vivir fuera. Yo suelo situar este momento como a los 3 meses de vivir en tal lugar. Y de hecho se ha repetido la historia. Ya me pasó en Alemania... y en Italia... y ahora aquí... y uno no se acostumbra al efecto. Sí, está claro que el efecto se pasa, pero no es fácil de llevar.
Aparte del trabajo con los estudiantes, que aporta algunas decepciones, pero sobre todo, satisfacción, por ver crecer a los chavales como personas y como diseñadores... aparte de todo esto, no hay mucho más que hacer por aquí, o al menos yo no he encontrado aún mi hueco en este lugar.
Y esto genera problemas. Sobre todo si no tienes a tu pareja, ni a tu familia, ni a tus amigos cerca. A veces es duro, aunque está claro que nadie dijo que sería un camino de rosas.
Y esto me da pie a preguntarme tantas cosas sobre la vida. Sobre el sentido que tiene la vida... qué es lo que tiene que aportarte el trabajo, o la ciudad en la que vives. De qué se compone la vida, y de qué depende la felicidad sobre la que uno la quiere basar.
¿De que creeis vosotros que está compuesta la felicidad?
lunes, 19 de mayo de 2008
Crisis existencial
Bienvenido a Rusia... ¡de nuevo!
martes, 4 de marzo de 2008
De vuelta al frío
Rara es la sensación que me embarga en estos momentos.
Después de 10 días en mi ciudad natal, vuelvo a Moscú. Esto sigue igual, el mismo caos, la misma incertidumbre, puede que incluso peor.
Y noto que se empieza a manifestar el fenómeno "morriña". Ésta estuvo ausente en las primeras semanas gracias a la novedad de todo y a la curiosidad. Pero empieza a hacerse patente después de haber disfrutado de unos días envidiables con temperaturas y sol cuasi-veraniegos - como decimos en Valencia: tiempo de Fallas-.
Aquí podéis observar en la mascletà del pasado domingo, la cantidad de gente, que ya abarrota las calles, y el sol de justicia, que acaricia los cogotes del personal para avisar de la llegada de la primavera.

Y la tradición manda... una buena comidita es lo mejor de una buena mascletà, y si es al solecito, mejor que mejor:

PD: Escribo esta entrada, entre otras cosas, porque me encuentro un poco decaído, y quería sentir de nuevo ese aire que se respiraba en Valencia. Lo echo de menos. Así como a la família y amigos... y a Vero, lo bien que me vendrían ahora sus achuchones... ains.
PD2: Ah! y no nos olvidemos de Nico, que también lo echo de menos :P
martes, 5 de febrero de 2008
Comentarios
Holaaaaaaa...!!
Os tengo que agradecer a todos los comentarios que habéis ido poniendo.
Son muy especiales para mi, ya que me hacen sentir que no estoy tan lejos.
Os animo a seguir en ello, para que me contéis qué es lo que os gusta o no de este blog, y así generar un espacio que sea de agrado para todos. Aparte de que podéis continuar diciendome que me queréis, jeje ( eh Paz?.. yo también te quiero, pero no igual que a Vero... you know... "she's the one").
Besos a todos!












